Paleontología de Invertebrados y Paleobotánica

La Paleontología de Invertebrados estudia a todos los invertebrados fósiles es decir a los organismos fosilizados que carecen de columna vertebral: foraminíferos, esponjas, corales, briozoarios, braquiópodos, moluscos, equinodermos, artrópodos, graptolitos y de su distribución geográfica y paleoecólogica; estos organismos fósiles son importantes desde el punto de vista estratigráfico por cuanto la mayoría de las especies nos permiten clasificar y correlacionar las formaciones sedimentarias distribuidas por todo el mundo; en esta tarea son útiles los llamados Fósiles guía que por poseer una distribución geográfica muy amplia y un corto rango vertical (o haber vivido poco tiempo), datan la edad relativa de las rocas donde se encuentran. Además tienen un valor evolutivo, económico y paleogeográfico.
La Paleobotánica se ocupa del estudio de los fósiles vegetales desde las primeras algas hasta las plantas con flores; es útil en la determinación de las condiciones climáticas del pasado, en el conocimiento de los diferentes grupos vegetales muchos desaparecidos en la actualidad y en la construcción de las líneas evolutivas de este gran reino. Tienen importancia económica porque son indicadores de los yacimientos de petróleo (por la presencia de granos de polen), carbón, diatomita y otro tipo de materiales.

¿Qué son los fósiles?
Los fósiles son restos o huellas de organismos que vivieron en épocas geológicas pasadas y que se encuentran conservados en las rocas sedimentarias de grano fino y homogéneo, en las cavernas, en las resinas y en el hielo. Las rocas sedimentarias forman parte de la corteza terrestre.
La ciencia que estudia a los fósiles es la Paleontología. Se llama fósil a un organismo que tiene una antigüedad de mas de 10,000 años.

Requisitos para la fosilización
Que el organismo sea sepultado súbitamente a fin de evitar el ataque microbiológico
Que posea una estructura dura ya sea de carbonato de calcio (conchilla de los moluscos), fosfatos y carbonato de calcio (huesos de vertebrados), quitina (artrópodos), sílice (diatomeas, foraminíferos).